The End.

Jamás ha sido fácil decir adiós. Jamás ha sido fácil terminar una etapa. Jamás ha sido fácil asumir que nos esperan cosas nuevas y desconocidas.

Dejar las aulas del colegio, separarte de tus compañeros de casi toda la vida, con los cuales vivías toda una vida, gran parte de la semana, con buenos y malos momentos, en alegría, tristeza, rabia, indiferencia, cinismo, cansancio... En el día a día no se puede reconocer, porque al final todo se convierte en rutina.
Pero cuando comienzas a entender que todo tiene un final, que es un hecho que dentro de poco ellos ya no te van a acompañar como solían hacerlo siempre, luego de unos dos meses de descanso, es ahí cuando uno comienza a ver la realidad. Cuando uno comienza a valorar los momentos, a las personas, los lugares, los días, los minutos y las horas en que estás ahí con ellos.
"Es algo impredecible, pero al final es lo correcto" dice mi canción favorita de Green Day Good Riddance (Time of your life). Sabíamos que el final era en noviembre. En un principio el 18, después el 25... lo sabíamos, pero no nos dimos cuenta que el momento llegó hasta que comenzamos a sentir lágrimas que brotaban de nuestros ojos, que el pecho se nos aceleraba cuando entrábamos en una sala que nos albergó hace ya un tiempo (el cual parece tan cercano, pero en realidad es más lejano de lo que podemos entender), cuando escuchamos palabras de aliento, de apoyo, de despedida. No fue hasta ese entonces, que cada uno de nosotros entendió que el final que siempre eludimos, había llegado, desobediente. Torbellino de recuerdos, palabras, risas, bromas, pruebas, coscorrones, tristeza no dejaron de acecharnos, para hacernos valorar los años pasados. Es esa la forma en que el ser humano entiende, por la mala. Nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes... lo dice Juanes, y lo decimos todos cuando hemos asumido que cometimos un error al no haber aprovechado lo que teníamos como se merecía.
Pero esto no tiene por qué verse con malos ojos. No debemos arrepentirnos de no haber compartido lo suficiente los unos a los otros, porque si sucedió así, fue por algo. Voy por la vida con esa frase por delante, para no dejarme vencer por las adversidades de la vida, y me resulta. Si no compartimos todos lo suficiente (por motivos lógicos, mundanos, básicos, estúpidos, etc) fue por algo. Si hubiéramos sido más unidos, si la relación hubiera sido de hermanos gemelos, más que de simples hermanos, creo que el sufrimiento y el dolor habría sido enorme. No es malo sufrir, no es malo el dolor, mientras pueda aceptarse, y creo que en un caso así, habría sido difícil. Pero es no fue lo que ocurrió. Fue de otra forma, pero igual dolió. Igual marcó, y tanto (o para algunos fue poco) que los recordaremos cuando lleguemos a realizar nuestros sueños, o cuando veamos a nuestros hijos pasar por lo mismo... o cuando veamos una película que trate de esto, quién sabe. Incluso puede que lo recordemos por una casualidad. Pero estará en el baúl de los recuerdos.
A partir de ahora, cada uno comenzará una nueva vida, por un camino distinto que, espero, nos lleve a juntarnos para tomar un descanso de vez en cuando. Hay que decir adiós, pero no un adiós definitivo. Un simple "hasta luego". Aunque quisiéramos, no somos la clase de persona que puede sobrevivir diciendo adiós para siempre, a algo/alguien que te acompañó por un año, cuatro, ocho, doce... e incluso más (y digo algo, porque como curso somos algo). Aunque no lo queramos reconocer, somos más sentimentales, dependientes de estos recuerdos y estas relaciones, que lo que nosotros nos imaginamos.
"Tres" (cuatro) colegios: Inamculada Concepción en Valdivia, Colegio Santa Marta  y Unión College (Vimagio). Conocí hermosas personas, con las cuales aún sigo compartiendo, y sé que compartiré en el futuro. Estos cambios y todas las personas que conocí, influyeron aunque sea un poco, en hacerme la persona que soy ahora. Sólo puedo decir gracias.


Nadie dijo que sería fácil, es una lástima para nosotros el apartarnos... Oh volvamos al principio.(Coldplay, The Scientist) Oh, ojalá pudiera ser así de fácil... volver al principio y disfrutar. Pero ni aún así aprenderíamos. 
Deseo que todos logren cumplir sus objetivos en esta vida, que sepan encontrar sabiduría, fuerza, ánimo, motivos por los cuales superarse día a día. Que sean felices. Es lo más importante. Espero que recuerden que si necesitan ayuda, yo estaré ahí, mientras todo sea posible.


25 de noviembre fue mi último día de colegiala, y lloré, pero no tanto como me lo esperaba. Mi inteligencia emocional me impidió llenarme de sentimentalismo y darle pena a medio colegio. Cosas. En la Licenciatura será otro gallo el que cante. Ahí me quiero ver.

4to en nuestro acto de despedida. No estamos todos, pero la  esencia es la que vale.

Besos, abrazos y saludos a todos los que leyeron. No olviden comentar.