Sin promesas

He vuelto, después de muchos días de indecisiones e intenciones de volver. Y la verdad, aludiendo al título, no prometo regresar por siempre. No sería yo. Soy lo más inconstante que hay, siendo que ya debería existir un poco de eso en mí porque se supone que soy estudiante. Pero no, sigo fracasando, mas sigo intentando retomar el rumbo. 
La razón por la que vuelvo a escribir es porque mientras lavaba la loza después de la cena, comencé a pensar en lo absurda que es la vida, lo absurda que son las personas, y más específicamente, lo absurda que soy yo. Lo irónica, inconsecuente y inentendible que soy yo. Sueño con irme a Inglaterra, me llama mucho la atención una cultura, un país, un idioma que está al otro lado del océano, que no me pertenece, y del que mis(nuestros) antepasados lucharon por independizarse.
Bueno, no es que no valore mi cultura. Eso es lo gracioso de todo, siento una profunda admiración por la cultura indígena de mi país, por los Mapuche, los Atacameños, los Aimaras, la cultura Inca. Admiro mucho a los peruanos y mexicanos que a pesar del tiempo siguen siendo fieles a sus culturas. No así en Chile. Solo los netamente indígena, y alguna que otra persona se identifica completamente con la cultura, pero el común de la gente más bien quiere desprenderse... es un mestizo con aires de ser insular, más español que indígena, más rubio que moreno, más extranjero que nativo. Y puede ser que yo sea todas esas cosas. Puede ser que aunque yo diga que admiro a la cultura latinoamericana, igual me derrita por el acento británico y me brillen los ojos cada vez que veo objetos, fotografías o cosas alusivas a Inglaterra. Qué contradictorio es. 
Bueno, nadie dijo que la vida es pareja y de una sola línea. Si así fuera, sería aburrida. Si yo lo fuera, sería más aburrida de lo que soy, y eso debe ser terrible. 
Pero la cosa es así. Para variar no sé para dónde va la micro. Solo sé lo que tengo que hacer para mañana y así por el resto de los días. Supongo que eso es mejor. Las planificaciones no te llevan a nada. 

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