"¡Ay! el tormento arraigado en el linaje,el golpe que rasga la vena,la sangre que nadie restaña, la pena,la maldición insoportable.
Pero hay un remedio en esta casa,no fuera de ella, no,no venido de otros, sino de ellos mismos,en su pugna sangrienta. A vosotros clamamos,el grito desgarrador de la muerte,oscuros dioses que habitáis bajo la tierra".
ESQUILO, Las coéforas.
"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte"
Leonardo Da Vinci.
"La muerte no es más que un viaje, semejante al que realizan dos amigos al separarse para atravesar los mares. Como aún se necesitan, ellos siguen viviendo el uno en el otro y se ven cara a cara, y su conversación fluye con pureza y libertad. Tal es el consuelo de los amigos: aunque se diga que han muerto, su amistad y su compañía no desaparecen, porque éstas son inmortales".
WILLIAM PENN, More Fruits od Solitude.
"La muerte no es más que un cambio de misión"
Liev Nikolaievich.
"La muerte para los jóvenes es el naufragio y para los viejos es llegar al puerto"
Baltasar Gracián.
"And now I wonder about my friend, if he gave all he could give, 'cause he lived his life like I live mine. If you could see inside my head, then you'd start to understand, the things I value in my heart. And I think that it's all right, that I do what I like, 'cause that's the way I want to live. It's how I give, and I's still giving... "
GREEN DAY, J.A.R.
Hacía mucho rato que buscaba la excusa o el tema para volver a hacer una entrada en el blog, pero no se me daba, y no sé porqué tampoco quería hacerlo con cualquier tontera. Desde anoche que tengo una muy poderosa razón para escribir aquí... para usa este medio para lo que principalmente es, para desahogarse. No sé claramente como me siento, pero no es algo bueno. La muerte nunca podría causar eso. ¡La muerte! La cosa más impredecible del mundo, la que más te sorprende, te hiere, marca tu vida, la que espera por ti.
Cuando era pequeña... no sé muy bien desde los cuántos años fue, pero tenía un amigo, un amigo que se llamaba Nicolás, y era el sobrino de la esposa de mi Tío Carlos, hermano de mi papá. Mi primo político. En todos los almuerzos familiares en la casa de mis abuelos "Casablanca", luego de terminar de comer, nos íbamos la Casa de Muñecas a jugar, pues las conversaciones de adultos no nos interesaban para nada. Jugábamos, hablábamos, pero no sé de qué. Salíamos a caminar, nos bañábamos en la piscina. Crecimos, y la cosa cambió. La Casa de Muñecas ahora era una casa de herramientas, no había nadie que la utilizara para jugar, así que era más útil guardando herramientas. Y los dos seguimos creciendo, y nos veíamos de vez en cuando. cada saludo era más incómodo, claro, habíamos llegado a la adolescencia, las hormonas te controlaban, te intimidaban. Teníamos unos tíos molestosos, que por ellos nos hubieran casado en ese instante. Obvio que era para cohibirse. Saludos, algunas palabras. Listo. A medida que la adolescencia ya era una cosa más, y uno comenzaba a madurar esa parte, ya no me daba verguenza saludarlo ni hablarle... pero, ¿de qué chucha le hablaba? Bueno, ese era un punto bien importante, pero el asunto es que ya no había incomodidad. Por lo menos de mi parte. La mayoría de los domingos iba a la casa de mis abuelos, invitado por mi tío. Si había asado, él ayudaba en los detalles a mi tíos, buscar bandejas, sal, cervezas, etc. Lo que a todo adolescente le toca ser de repente, "el perkín" como se dice ahora. Hace poco, mi tío le dijo a mi hermano que yo estaba pololeando con el Nico, y los dos por lesear seguimos el cuento, y mi hermano lo amenazaba y trataba de pegarle. Creo que esa fue la única vez que hablé más de un "hola" y "chao" con el Nico. WHAT A SHAME. La última vez que lo vi fue el domingo... para variar en otro almuerzo familiar. Andaba de pantalon negro y camisa piqué blanca. Estaba ayudando a Felipe con los choripanes. Luego lo escuché que mi tío lo llamó varias veces... quizás lo vi sentado en la mesa en el quincho. Cuando me subí al Jeep para que fuéramos a Valdivia,, lo vi por la ventana del quincho. Estaba sentado para ese lado.
Esa fue la última vez que lo vi. Ayer de casualidad vi que había cambiado su foto de perfil en facebook. Copuchenteé su facebook. Hacía minutos tenía movimiento. Mi papá recibe una llamada a las 2 de la madrugada. Él estaba durmiendo encima de la cama, mi mamá preparándose para ir a acostarse, yo dispuesta a apagar la tele. Escucho de que habla... al tiro pensé que podría ser con el campo, alguna cagá con la lechería. Escucho moto... ¿wtf? Pensé en el hijo de su Jefe... Voy para la pieza, ya había colgado, se restriega la cara, le veo el rostro, y me recordó cuando lo llamaron para decirle que la Tami -en ese entonces compañera de Colegio de la Asu, había muerto (tenía un tumor cerebral)--Y sentí miedo. Mucho.
--¿Qué pasó?
No me respondió. Como que esquivó la cara. No sé si fue porque aún estaba algo molesto con la discusión de la once, o porque no se atrevía a decírmelo. Luego abre la boca.
--Porota--Es así como le dice a mi mamá. Luego me mira.--El Nico murió.
--¿Qué? ¿El Nico...?
--El Nicolás, el Nicolás de tu tío Carlos.
Mi mamá pareció no escuchar bien.
--¿El sobrino de la Helga?
Y todo era irreal, no lo podía procesar.
--Tuvo un accidente en moto, hace poco.
Me fui al living, me senté en el sillón, miré al piso, procesando. Me imaginaba al Nico en una moto y ¡puf! la vida se le va. No... no... Mi mamá viene para acá, cierra la puerta con llave y luego va donde mí. Tenía los ojos con lágrimas. Luego la miro y le digo.
--Lo vimos el domingo... el domingo!--No puedo más y me largo llorar.
Tiene mi edad, 16 años. Bueno, duele decir esto, pero tenía 16 años. Era popular, muchos amigos, muchas amigas, la gustaba carretear, estaba metido en todo, pero era una muy buena persona. Nunca conversé temas profundo con él, pero puedo suponer que tenía la película clarita de la vida, de cómo era y que había que esforzarse para salir adelante. Leí en un comentario de una de sus amigas... que él a pesar de ser el más "on fire" de todos, nunca perdió el respeto por las cosas. Nico, nunca perdiste el respeto por la vida. Y por eso fuiste bendecido con una tempran vida eterna junto al señor.
Me siento muy mal, no lo puedo creer, es todo muy duro. tan joven, lo conozco desde que éramos chicos, lo vi el domingo... él era como un hijo para mi tío... desgarra el alma. Me pone mal... cuánto lo siento.
Descansa En Paz Nicolás Ignacio Alejandro Álvarez Mayor. Te tengo mucho cariño. Siento que nunca te voy a olvidar. Fuiste parte de mi niñez, algo muy importante para el ser humano. Descansa... disfruta, y nosotros aquí en la tierra, recordándote siempre, nos encargaremos de que sigas vivo... vivo en recuerdo, esencia, alegría, alma.
Amanda | 11 de febrero de 2011, 2:02
pucha, Dani u.u no sé qué decir :/ que descanse en paz, y saludos a todos en tu familia, fuerza para salir adelante. LOVE YOU.